No llegan a historias...
Ella fue directa y sincera desde el principio, le pidió sin miramientos
un amor de verdad, uno que no se marchitara, un amor para contar. El final si
importaba que fuese en un mes o nunca, sólo importaba el momento, un amor donde
las caídas serian menos que las veces que se levantarían juntos, uno sin
destiempo, con entrega. Ella quería un antigua, con notas dejadas en el refri,
besos en las mañanas, películas de arte y un poco de lecturas de poemas, ella
quería hacerle el amor con total entrega. Poco más de eso pedía....pero ese
"poco" seria siempre con él.
Él no fue sincero en un principio —tampoco en al final—, usó siempre
máscaras y a la fecha no se sabe a ciencia cierta quién es. Él quería un amor
de mentiras, de esos que no deberían llamarse amor, él buscaba una persona que
fuese más que amiga y menos que novia, él buscaba sexo sin explosión de sentimientos,
un amor a la ligera, sin ataduras, sin ganas de ser y estar.
La vida dio tumbos y los puso a cada uno en el sitio que querían, ella
logró ese amor anhelado y él sigue hablándole pidiéndole regresar.
"...La cobardía es asunto de los nombres, no de los amantes. Los
amores cobardes no llegan amores, ni a historias, se quedan allí. Ni el
recuerdo los puede salvar...
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